top of page

El cine independiente brilla en los Oscars más tóxicos

Foto del escritor: Juan Martín SalamancaJuan Martín Salamanca

Anora y The Brutalist triunfan en una gala condicionada por las campañas de desprestigio previas, con varias sorpresas, Brasil celebrando su estatuilla y México, celebrándola aún más


Escena de Anora, con Mikey Madison
'Anora', la gran triunfadora de estos Oscars. UNIVERSAL

Como si de un partido de fútbol se tratara (por ejemplo la final de un mundial de ésos que están tan acostumbrados a ganar), así se celebró anoche en Brasil el Oscar a mejor película internacional para Aún estoy aquí, la conmovedora película de Walter Salles sobre la dictadura brasileña y el drama de los desaparecidos. En Brasil (remate perfecto a los Carnavales) se celebraba, pero en México, más. En las salas de cine abiertas para seguir la gala, cada categoría en la que Emilia Pérez se quedaba sin premio se vitoreaba como un gol del Tri, con influencers del séptimo arte inmortalizándo su hate a la cinta francesa cual hooligans del América o los Pumas. El forofismo del balompié llevado a las estatuillas. El cine brasileño como baluarte de Latinoamérica, tanto por el reconocimiento para su película, merecidísimo, como por la venganza para quien los afrenta.


Hollywood buscaba recuperar la magia, el brillo y la elegancia de su época dorada en esta gala de los Oscars, marcada por el recuerdo trágico de los incendios que a principios de año arrasaron Los Ángeles o el terremoto político que vive el país desde la vuelta al poder de Donald Trump. Sobriedad y elegancia (en general) para una gala cargada de amor y mensajes positivos con los que, tal vez, borrar unas semanas previas cargadas de toxicidad, con campañas de desprestigio a varias de las películas favoritas, aunque ninguna como la que sufrió Emilia Pérez, abonada por las meteduras de pata, comentarios ofensivos y mensajes de odio de su protagonista, Karla Sofía Gascón, y de su director (no lo olvidemos), un Jacques Audiard que además de denigrar a los hablantes de español (por mucho que luego lo reivindicara Zoe Saldaña al recoger su premio a mejor actriz de reparto), se presentó luciendo gorra de béisbol (¿sería acaso Elon Musk disfrazado?).


Lo de Emilia Pérez venía de lejos. Desde que México (digamos mejor la parte más ruidosa, la que hace que se tome la parte por el todo) se declaró agraviado por la cinta francesa y utilizó su influencia (que en el sur de California donde mora la Academia no es precisamente poca) para hundir su candidatura. Tampoco el colectivo trans, que denunció su utilización en la cinta, le brindó mucho entusiasmo. Si ser una cinta en español y estar protagonizada por una mujer trans suponían dos provocaciones a la nueva Administración Trump que tanto podían seducir en Hollywood, sus dos bazas comenzaron a diluirse apenas empezaba a saborear sus 13 nominaciones, con las que partía como gran favorita. Y para hacer realidad los sueños de boicot de sus detractores, vinieron las palabras de Audiard sobre la lengua española y la ristra de odio en X vertido por la madrileña Gascón, que prácticamente no había dejado grupo sin ofender y que se había alineado con las posiciones más ultras en España en su desprecio a la inmigración magrebí. Se coqueteó con que la de Alcobendas perdiera la nominación o al menos se la excluyera de la gala. Al final ni una cosa ni la otra, sólo se quedó sin alfombra roja, y por supuesto sin Oscar, aunque probablemente sus opciones siempre fueron remotas. Tuvo su minuto de gloria, eso sí, al principio, protagonizando uno de los chistes del presentador, Conan O'Brien, en su monólogo de apertura.

Una de las escenas más impactantes de Aún estoy aquí
Fernanda Torres, protagonista de 'Aún estoy aquí', hubo de afrontar críticas por un 'blackface'. VÉRTIGO FILMS

La favorita estaba condenada a ahogarse antes de llegar a la orilla del Dolby Theatre, pero no fue la única que hubo de enfrentar a los muckrakers. A la gran triunfadora, Anora, le echaron encima la falta de coordinadores de intimidad. A The Brutalist, la segunda con más estatuillas anoche, le reprocharon el uso de Inteligencia Artificial para mejorar el acento húngaro de su protagonista, Adrien Brody, y a Fernanda Torres, actriz principal de Aún estoy aquí, le sacaron un blackface (pintarse la piel para interpretar a una persona de raza negra) perpetrado en la televisión de su país hace 20 años y por lo que hubo de disculparse.


En medio de este ambiente tóxico, Hollywood tiró de glamour, de polvo de estrellas y del humor de Conan O’Brien en una gala en la que el cine independiente brilló sobre las grandes producciones. Así, Anora, la cinta de Sean Baker, que llegaba a los Oscars con la Palma de Oro de Cannes bajo el brazo, fue la gran triunfadora con sus cinco estatuillas —incluyendo mejor película, mejor dirección y mejor guion original, además de mejor actriz principal y mejor montaje—. Conjugar Cannes y Hollywood requiere no poca habilidad. Remarcable es también el logro de The Brutalist, una obra de arte realizada con lo mínimo que sin embargo recuerda en lo estético a las grandes cintas del celuloide estadounidense más clásico (hasta intermedio tiene como las de antaño, para poder ir a hacer pipí en medio de las casi cuatro horas que dura), pero esconde bajo ese envoltorio de Major un incómodo mensaje a la conciencia de América, el del rechazo al extranjero y el mito del sueño americano cuando más entregado está su pueblo (eso dijeron las urnas) a la nostalgia imperialista y a su destino manifiesto.


SORPRESAS (O NO) EN LOS PREMIOS A PROTAGONISTAS


The Brutalist se llevó tres estatuillas, incluida la de mejor actor para Brody, al que no afectó la polémica sobre su acento (las otras dos fueron fotografía y mejor banda sonora). No se puede calificar de sorpresa su triunfo (ya se había llevado previamente el Globo de Oro), aunque éramos muchos los que pensábamos que el galardón sería para Timothée la grandeza Chalamet (que hacía una semana se le ponía cara de Oscar tras ganar el del Sindicato de Actores) por su impresionante actuación en una A complete unknown que se fue de vacío. 


Algo similar podría decirse de la categoría de actriz principal, pues si cada vez sonaba más fuerte el de Mickey Madison por Anora, todo parecía encaminado a que Demi Moore culminara otra gran historia de Hollywood. Al final La Sustancia —una buena película que, sin embargo, no es cómoda de ver— se tuvo que conformar con el Oscar de maquillaje y peluquería (qué injusto hubiera sido que lo hubiera ganado otra). También se impuso Madison a Fernanda Torres, la fuerza de Aún estoy aquí, aunque la satisfacción es innegable en el equipo del filme, historia ya del cine brasileño, tras llevarse un Oscar internacional que tuvo como madrina a Penélope Cruz —la cubano-española Ana de Armas también lució en la gala entregando el galardón a mejor corto en tiempo real—. Categoría internacional en la que había nombres destacados como La semilla de la higuera sagrada, del exiliado iraní Mohammad Rasoulof, o el fenómeno animado Flow (que sí se impuso en largometraje de animación).

Un viaje por el Vaticano a través de Cónclave
'Cónclave' logró un solitario Oscar por su guion adaptado. DE A PLANETA

Otra de las favoritas que se quedó con un único galardón fue Cónclave, en este caso con mejor guion adaptado, algo esperado por la magistral forma de Peter Straughan de llevar a la pantalla el relato de Robert Harris —desde aquí aprovechamos para recomendar su novela Pompeya—. Una pena que Isabella Rossellini (vestida en terciopelo azul como homenaje a David Lynch) no pudiera sumar el segundo en la categoría de mejor actriz de reparto, pero no había debate desde que decidieron que Zoe Saldaña competiría en ella a pesar de que su papel en Emilia Pérez bien podría considerarse coprotagonista y no secundario. Saldaña, de las pocas que se ha salvado de la quema del odio a la película gala, sumó la mitad de los Oscars para la cinta de Audiard. La otra mitad fue la estatuilla para El Mal como mejor canción original, donde la película competía por partida doble (la otra era el tema Mi camino).


Saldaña usó su turno de palabra para presumir de orgullo hispano y descendencia migrante en una gala donde también el presentador tuvo guiños para el idioma español, una de las pullitas que se llevó la Casa Blanca, además de mensajes de apoyo a Ucrania y el Oscar a mejor documental para No other land, sobre la situación que se vive en Palestina


En cuanto al resto de favoritas, Dune 2 y Wicked se anotaron dos estatuillas cada una de las denominadas técnicas —sonido y efectos visuales la una, la otra diseño de producción y vestuario (primera vez que el responsable de este premio es afroamericano)—, mientras que Kieran Culkin cumplió los pronósticos en actor de reparto por la más que recomendable A real pain, de Jesse Eisenberg, que se quedó sin mejor guion porque definitivamente era la noche de Anora y de los Bomberos de Los Ángeles, merecidos protagonistas y que no desentonaron sobre el escenario a la hora de secundar el tono humorístico de O’Brien.


Elegancia y humor para poner fin a unos Oscars que dejan atrás mucha toxicidad mientras se va a acercando, será dentro de tres, la edición número cien de la gran fiesta del cine mundial.


LISTA COMPLETA DE GANADORES:


MEJOR PELÍCULA: Anora


MEJOR DIRECCIÓN: Sean Baker (Anora)


MEJOR GUION ORIGINAL: Sean Baker (Anora)


MEJOR GUION ADAPTADO: Cónclave


MEJOR ACTOR PROTAGONISTA: Adrien Brody (The Brutalist)


MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA: Mikey Madison (Anora)


MEJOR ACTOR DE REPARTO: Kieran Culkin (A real pain)


MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: Zoe Saldaña (Emilia Pérez)


MEJOR PELÍCULA ANIMADA: Flow


MEJOR CORTOMETRAJE ANIMADO: A la sombra del ciprés


MEJOR FOTOGRAFÍA: The Brutalist


MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO: Paul Tazewell (Wicked)


MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: La sustancia


MEJOR LARGOMETRAJE DOCUMENTAL: No other land


MEJOR CORTOMETRAJE DOCUMENTAL: The only girl in orchestra


MEJOR MONTAJE: Anora


MEJOR PELÍCULA INTERNACIONAL: Aún estoy aquí


MEJOR CANCIÓN ORIGINAL: El Mal (Emilia Pérez)


MEJOR BSO: The Brutalist


MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Wicked


MEJOR CORTO EN TIEMPO REAL: No soy un robot


MEJOR SONIDO: Dune 2


MEJORES EFECTOS VISUALES: Dune 2

Comments


bottom of page